Por Alex Esquivel M.
A estas alturas del gobierno municipal, aún hay regidores que no entienden que es Nacho Campos, en su calidad de titular del poder ejecutivo, el que manda, les guste o no; lo entiendan o no y les convenga o no. Así de fácil. Siempre ha sido así y eso no va a cambiar por el capricho de un Don Nadie.
Y es que el regidorcito Antonio Chuela, ese que representa la corrupción perredista de la administración de Víctor Manríquez, se quiso imponer, con mentiras y falsedades, a la indiscutible autoridad del presidente municipal morenista, al intentar obtener provecho de la tragedia en la que un camión de pasajeros local se volcó en la Calzada Benito Juárez en días pasados.
El Regidor perredista Antonio Chuela es conocido, por propios y extraños, por su avaricia de poder como de dinero. Eso fue evidente y quedó muy claro cuando, como coordinador de la fracasada campaña del PRD para repetir en la alcaldía, cuando no atendía a la gente que lo buscaba y trataba muy mal a quienes recibía, siempre con la puerta cerrada, para poder hacer sus tratos personales a costa del malestar de los demás.
Nacho Campos, como buen político que es, tuvo que imponer su autoridad y recordarle, a los concesionarios del transporte público en esta ciudad, como al regidor Antonio Chuela, quien insulsamente aspira a ser presidente municipal a pesar de sus mentiras, inexperiencia y novatez, que por mandato popular, el presidente municipal de Uruapan, constitucional y políticamente hablando, es nada más y nada menos que Nacho Campos Equihua. En tanto, poco o nada dijeron los medios de comunicación que se dicen aliados e incondicionales del alcalde morenista, tanto por su incapacidad de análisis político como por su desleal juego a doble carta, una amarilla y otra guinda.
Que pena que un enano de la política local perredista como lo es el regidor Antonio Chuela, no entienda, a estas alturas del ejercicio del gobierno municipal, que el único facultado para consensuar acuerdos con los diferentes sectores de la sociedad, como su promoción y ejecución, es el titular del ejecutivo municipal, salvo designación para ello del mismo Nacho Campos, a través de sus secretarios o de una personas asignada específicamente para tal efecto, no por capricho de ningún regidor u otro funcionario, pues se estaría incurriendo en una clara usurpación de funciones.
Así de ignorante el regidor perredista Antonio Chuela, quien se ganó el Pinocho de la semana, por aquello de las mentiras y falsedades con las que se maneja para obtener beneficios personales y de partido, quien nos deja muy claro que no tiene la estatura, la calidad ni la calidez humana para ser un digno representante de los uruapenses, como hasta el momento lo ha sido Nacho Campos, quien poco a poco sigue conquistando simpatías entre los diferentes sectores de la ciudadanía, a base de buenos resultados. Al tiempo …