Por Alex Esquivel M
Gobernadores van y vienen en Michoacán. Y la mayoría, poco o nada hacen por Uruapan, al igual que por el resto de los municipios en la entidad, pues se concentran en Morelia. Que bueno por los morelianos, pero así no hay equidad ni justicia social en las acciones del gobierno estatal, en materia de obra pública, para con los ciudadanos del resto de la entidad, quienes también pagan impuestos y tienen, entiéndase o no, derechos frente al gobierno local.
Y aunque no pocos padecemos las causas de ello, ante la falta de infraestructura que atienda las demandas y necesidades de amplios sectores de la población, malamente hemos normalizado dicho comportamiento inequitativo del gobierno en nuestra entidad, ante la evidente incompetencia e indolencia de nuestros gobernantes, quienes, no pocas veces, sufren, en consecuencia, las manifestaciones callejeras de la población.
Sin embargo, y sin pretender ser vocero del gobierno de Michoacán, cabe resaltar que la actitud municipalista con la que Alfredo Ramírez Bedolla ha asumido su responsabilidad como gobernador constitucional, ya está impactando en el bienestar de no sólo los morelianos, sino de los habitantes de, por lo menos, la mayoría de los municipios, en donde ha derramado toda una serie de beneficios.
Para el caso de Uruapan, la inversión de más de 3 mil millones de pesos por parte del Gobierno de Michoacán, sin la clásica contratación de deuda pública, durante los dos años que durarán las obras de construcción del teleférico, que será el más largo de América Latina, con 8.3 kilómetros de longitud, generarán más de 700 empleos directos e indirectos, para beneficio de la misma población, algunos de los cuales serán permanentes.
En casi medio siglo, Uruapan no había visto una inversión así, por parte del gobierno del estado, para beneficio de la gente, misma que, llegado el momento, podrá hacer uso del teleférico por tan sólo 10 pesos, en un transporte seguro, limpio, rápido, eficiente y ecológico, que resolverá en buena medida el caos vial que actualmente se vive por doquier en Uruapan, ante la falta de obras viales desde hace más de 40 años.
En tanto, el transporte público local se modernizará y eficientará, con el apoyo del gobierno del estado, para ofrecer un mejor servicio a la ciudadanía, ya sin saturaciones. A la par, más de 20 kilómetros de vialidades serán rehabilitadas y modernizadas para garantizar fluidez y mejores tiempos en el traslado de usuarios, en un proceso en el que se contempla la adquisición de nuevas unidades.
Esta actitud propositiva del gobierno de Ramírez Bedolla, permitirá que Uruapan crezca en toda una serie de sentidos, incluido en el ámbito turístico, lo que generará una importante derrama económica sobre Uruapan, al igual que comercialmente, pues las estaciones del teleférico seguramente se convertirán en puntos de venta de toda una serie de productos y servicios de propios y extraños.
Ciertamente, Uruapan también necesita vialidades sin baches, pero esa responsabilidad le compete al alcalde Nacho Campos, quien ha hecho lo propio, y lo ha hecho muy bien, en varias vialidades de suma importancia para el buen tránsito de tráfico vehicular. Aún así, el gobierno de Ramírez Bedolla construirá un puente en la intersección del Libramiento Oriente y Calzada La Fuente, además de un libramiento al suroeste de la ciudad.
Y si a ello agregamos varias obras más, que serán tema de otros comentarios en nuevos espacios editoriales, queda claro que Uruapan se modernizará de manera importante con el gobierno de Ramírez Bedolla, algo que no ocurría en el municipio, lamentablemente, hace ya varias décadas. Así, que sea bienvenido el Progreso a Uruapan. Al tiempo…