Es oficial. De manera sorpresiva, Nacho Campos dejó la presidencia. Y es que, seguramente, el morenista recargó energía el fin de año, junto a su familia, para iniciar el 2023 con la mejor de las actitudes en favor de la ciudadanía.
Y es que Nacho Campos inició, de la noche a la mañana, un gira de trabajo que, dijo, lo llevará por más de 70 colonias populares para conocer, de primera mano, las necesidades que agobian a los habitantes de dichos asentamiento humanos para, en la medida de las posibilidades del ayuntamiento, atender la problemática social que permita un mejor vivir para los vecinos de tales colonias.
Para nadie es un secreto que la gente, no solo de este municipio, lo que mayormente pide a las autoridades municipales es seguridad pública, calles pavimentadas o, por lo menos, bacheo suficiente, alumbrado público, recolección de basura y buen servicio de agua potable, entre algunas otras cosas, y Nacho Campos lo sabe de sobra.
Pero lo cierto es que Nacho Campos ya dejó la presidencia. Y la dejó para ir a recorrer las calles de la ciudad y las comunidades, ahí donde está la gente del pueblo, para tener contacto directo con la ciudadanía, esa que hace ganar elecciones con su voto.
¿Para qué? Es elemental. Nacho Campos dejó la presidencia para seguir en la presidencia. Dicho de otra forma: Nacho Campos ya inició su campaña ciudadana rumbo al 2024, y para eso tuvo que dejar la presidencia e ir en busca de la gente y solucionar sus problemas, con diversas obras que ejecutará el ayuntamiento.
Por lo pronto, la gente ha recibido de buena forma a Nacho Campos, pero también que hay que decir que Nacho no es santo de la devoción de todos, por lo que tendrá que trabajar muy duro y dar, a la brevedad posible, buenos resultados, para ganarse la voluntad de la ciudadanía, pues es el trabajo y los buenos resultados los que finalmente definirán la suerte política del alcalde morenista. Es la gente y nadie más, quien definirá si Nacho Campos tiene madera para ser un Rolex o sólo resulta ser un Cassio.
Claro que es ahí, exactamente, en donde entran en juego la experiencia y la capacidad de personajes como la del director de urbanismo y medio ambiente, Gerardo Mendoza, un político nato que sabe operar a la perfección los intereses políticos de Nacho Campos, al grado que Gerardo Mendoza manejó de manera muy creativa la ruta de trabajo del presidente, en este reencuentro con la sociedad uruapense que le resultó muy rentable política y socialmente al edil morenista, pues permitió que los vecinos le plantearan directamente a Nacho Campos las necesidades propias de cada colonia, lo que a su vez le da al alcalde la oportunidad de quedar bien con la sociedad, al atender sus demandas y necesidades urbanas.